jueves, 26 de diciembre de 2019

1.7.1 La reputación de una empresa u organización

FECHA: 26/12/2019

NOMBRE: GEANELLA JOSELYN ROJAS CUENCA

TEMA: 1.7.1 La reputación de una empresa u organización

La reputación de una empresa u organización


Y hemos llegado al tercer concepto de los planteados inicialmente y, sin duda, es el más complejo de entender para personas no vinculadas al sector.
  • “La reputación corporativa es el conjunto de percepciones que tienen sobre la empresa  los diversos grupos de interés con los que se relaciona (stakeholders), tanto internos como externos. Es resultado del comportamiento desarrollado por la empresa a lo largo del tiempo y describe su capacidad para distribuir valor a los mencionados grupos”
  • “Reputación corporativa es el reconocimiento que los stakeholders de una compañía hacen del comportamiento corporativo de esa compañía a partir del grado de cumplimiento de sus compromisos con relación a sus clientes, empleados, accionistas si los hubiere y con la comunidad en general”
¿Cuál es la diferencia entonces con la imagen corporativa?
Bien, pongamos un ejemplo. Cuando un profesional ha desarrollado su carrera adecuadamente a lo largo de tiempo adquiere una buena “reputación profesional”. Lo mismo ocurre con las empresas, cuando han cuidado su imagen corporativa a lo largo del tiempo generan una reputación corporativa.
El mantenimiento continuado de una buena imagen corporativa genera reputación corporativa.
Una buena reputación corporativa es un activo que genera valor para la empresa, supone un arma vital ante situaciones de crisis y ayuda a fidelizar el capital humano. Igual que a un profesional su reputación de ayuda a aumentar su clientela, a una empresa una buena reputación corporativa le ayuda a aumentar sus resultados.
Según el Foro de Reputación Corporativa: la construcción y la consolidación de una buena reputación implica la gestión integrada de distintas piezas: ética y buen gobierno, innovación, productos y servicios (calidad), entorno de trabajo, responsabilidad social corporativa, resultados financieros  y liderazgo.

Los conceptos de imagen y reputación están próximos pero son diferentes, mientras la reputación se fundamenta en realidad y reconocimiento, la imagen se basa en percepciones. La reputación de una organización se genera “haciendo las cosas bien” e impulsando que ese savoir faire sea reconocido.
Un error derivado de gestionar la imagen sin tener en cuenta si existe el soporte de la realidad corporativa es pensar que la reputación se consigue sólo mediante comunicación, pero ésta por sí sola no genera reputación. La comunicación es una herramienta para dar a conocer y trasladar las fortalezas reputacionales, transmitir y explicar cómo se cumplen los compromisos y reforzar el reconocimiento de los logros de la organización.
Además, la construcción de la reputación incumbe a todas las áreas de una organización, no sólo a la Dircom, aunque la máxima responsabilidad en la gestión del día a día de la reputación suele recaer en ese departamento.
Otro de los aspectos importantes a tener en cuenta en reputación es su enfoque multistakeholder. La reputación es como un poliedro irregular formado por numerosas caras –en la que cada una se corresponde con un grupo de interés– cuyas superficies son diferentes y vienen determinadas por dos ejes: la importancia de cada grupo de interés para la organización y el grado de satisfacción de ese grupo de interés con la gestión de esa organización. Por tanto, una organización reputada cumple las expectativas de todos sus stakeholders.
Pero, ¿de qué depende la reputación de una organización? Cada organización puede tener unos valores específicos en función de su actividad, su visión y su cultura; pero la mayoría de los monitores que evalúan la reputación utilizan unas variables genéricas comunes a todas las organizaciones. Según el Monitor Empresarial de Reputación Corporativa (MERCO) estas variables genéricas y válidas para gran parte de las empresas son:
  • Resultados económicos financieros
  • Calidad de la oferta comercial
  • Reputación interna
  • Ética y Responsabilidad Corporativa
  • Dimensión internacional de la empresa
  • Innovación


Una organización reputada debe mantener el equilibrio en todos aquellas variables de las que depende su reputación, esto es, no hay buenas organizaciones sólo para trabajar o buenas únicamente por su dimensión internacional, simplemente hay buenas organizaciones, lo que demuestra la importancia del enfoque multistakeholder y de un buen desempeño 3600.

Además, el desiderátum de la buena reputación implica una gestión proactiva y estratégica de la misma que cumpla 4 condiciones:
  • Definir metas: establecer los aspectos por los que queremos diferenciarnos y ser reconocidos. Lo idóneo es involucrar tanto a la Alta Dirección como a directivos de las diferentes áreas que conforman una organización para forjar una gestión de la reputación más participativa y transversal.
  • Diagnosticar: partir de un diagnóstico riguroso de cuál es la realidad de la organización y el reconocimiento que de esa realidad hacen sus grupos de interés.
  • Gestionar: disponer de métricas fiables en la monitorización de la gestión de la reputación y trabajar sobre la realidad de la organización «poniendo el foco» en aspectos a solucionar en el desempeño.
  • Comunicar: definir qué hechos, logros, compromisos se debe comunicar, a quién y cuándo, para reforzar aquellos aspectos ya reconocidos entre los stakeholders y poner en valor otros en los que la organización necesita mejorar dicho reconocimiento.
En definitiva, la reputación hay que gestionarla profesionalmente para asegurar que la promesa entregada a los grupos de interés de una organización cumple sus expectativas y coincide con la meta aspiracional establecida por la Alta Dirección. Gestionar la reputación con este enfoque permitirá a la organización ser un actor líder y sólido en el mercado.

jueves, 19 de diciembre de 2019

1.6 La responsabilidad social empresarial

FECHA: 19/12/2019

NOMBRE: GEANELLA JOSELYN ROJAS CUENCA

TEMA: 1.6 La responsabilidad social empresarial

Tema:1.6 La responsabilidad social empresarial


La Responsabilidad Social Empresarial (RSE): Es la contribución al desarrollo humano sostenible, a través del compromiso y la confianza de la empresa hacia sus empleados y las familias de éstos, hacia la sociedad en general y hacia la comunidad local, en pos de mejorar el capital social y la calidad de vida de toda la comunidad.
El objetivo principal de la responsabilidad social empresarial es que el impacto positivo que causan estas prácticas en la sociedad se traduzca en una mayor competitividad y sostenibilidad para las empresas. Así, ser responsable socialmente generará automáticamente más productividad, puesto que una mejora en las condiciones para los trabajadores optimizará también su eficacia.
La responsabilidad social empresarial se focaliza, en tres vertientes: cuidado al medio ambiente, a las condiciones laborales de sus trabajadores y apoyo a las causas humanitarias.
La responsabilidad social empresarial es una herramienta de ventajas en la calidad de sus trabajadores. Con esta actividad se puede crear lazos y lograr un buen clima laboral, cosa que es muy importante en la producción. Si los empleados se sienten a gusto en su trabajo, los resultados serán positivos.

La RSE puede influenciar positivamente la competitividad de las empresas de las siguientes formas:

Mejora de los productos y/o procesos de producción, lo que resulta en una mayor satisfacción y lealtad del cliente
Mayor motivación y fidelidad de los trabajadores, lo cual aumenta su creatividad e innovación.
Mejor imagen pública, debido a premios y/o a un mayor conocimiento de la empresa en la comunidad.
Mejor posición en el mercado laboral y mejor interrelación con otros socios empresariales y autoridades, mejor acceso a las ayudas públicas gracias a la mejor imagen de la empresa.
Ahorro en costes e incremento de la rentabilidad, debido a la mayor eficiencia en el uso de los recursos humanos y productivos.
Incremento de la facturación/ventas como consecuencia de los elementos citados.

jueves, 12 de diciembre de 2019

1.5 Teoría de los valores

FECHA: 12/12/2019

NOMBRE: GEANELLA JOSELYN ROJAS CUENCA

TEMA: 1.5 Teoría de los valores


Tema: Teoría de los valores 



Podemos definir los valores como aquellos principios, virtudes o cualidades que se perciben como positivos o con gran importancia para un grupo social. Normalmente se aplican a las personas, pero hace ya dos décadas que se puso de manifiesto la importancia de los valores compartidos como guía para la toma de decisiones en la empresa, ya que no sólo posibilitan una interactuación armónica de sus integrantes sino que facilitan poder alcanzar unos objetivos más ambiciosos y ser, por tanto, más competitivos.
El término Dirección por Valores aplicado a la Dirección de Empresas se debe a Ken Blanchard Michael  O´Connor (Managing by Values, 1997), pero también, y en paralelo, a dos profesores de ESADE, Salvador García y Simon Dolan que lo acuñaron ese mismo año en su libro “Dirección por Valores”, mucho antes de que se empezara a hablar de la Responsabilidad Social Corporativa.
Básicamente, este tipo de dirección sustituye las normas por valores,  incorpora la ética en la gestión de las empresas y busca alinear la realización personal con los objetivos de la organización de manera que que se maximicen los beneficios a través de la potenciación de los empleados. Algunos características de la Dirección por Valores serían:
  • No busca sustituir a la dirección tradicional, sino tomar de ella los elementos que sean útiles e incorporarlos a una gestión basada en otras prioridades
  • Es una forma de liderazgo enfocado, que permite que el individuo actúe en función de los valores de la empresa
  • Influye especialmente en la transformación de las personas, en el cambio de la actitud y conductas, sin focalizarse tanto en la transmisión de información
  • Facilita la gestión del cambio, al trazar de antemano una visión estratégica que deja de lado la visión cortoplacista de los roles
  • Fomenta el desarrollo de las capacidades más que el mero entrenamiento
  • Se centra en la motivación de los colaboradores como el principal motor de la productividad
  • Estructura la captación y selección del talento sobre bases más humanas
  • Define los valores como el corazón de la organización que integran y dan forma a su identidad
Los factores más relevantes para su puesta en marcha con éxito, serían:
Aunque cada empresa u organización debe definir los valores que le caracterizan, algunos de los más habituales son practicar el trato respetuoso, comunicación clara y honesta, responsabilidad laboral, competitividad e innovación, constancia y disciplina, excelencia, honestidad, cercanía, trabajo en equipo…..
Evidentemente, los valores tienen que ser reales, practicados desde la dirección y compartidos por todos, porque si no hay una adecuada alineación puede pasar como en la empresa de Dilbert, por mucho que los hayan definido.

jueves, 5 de diciembre de 2019

1.4 Axiología y problemas de Jerarquía de valores

FECHA: 05/12/2029
NOMBRE: GEANELLA JOSELYN ROJAS CUENCA
TEMA: 1.4.1 Axiología y problemas de Jerarquía de valores


AXIOLOGÍA DE LOS VALORES


Antes de adentrarnos más en profundidad en los fundamentos y principios que aporta el propio Max Scheler, cabe hacer una pequeña introducción sobre lo que nos referimos cunado de axiología de los valores nos referimos.

Axiología (del griego axios, ‘lo que es valioso o estimable’, y logos, ‘ciencia’), teoría del valor o de lo que se considera valioso. La axiología no sólo trata de los valores positivos, sino también de los valores negativos, analizando los principios que permiten considerar que algo es o no valioso, y considerando los fundamentos de tal juicio. La investigación de una teoría de los valores ha encontrado una aplicación especial en la ética, donde el concepto de valor posee una relevancia específica. Algunos filósofos como los alemanes Heinrich Rickert o Max Scheler (siglos XIX-XX) han realizado diferentes propuestas para elaborar una jerarquía adecuada de los valores. En este sentido, puede hablarse de una ‘ética axiológica’, que fue desarrollada, principalmente, por el propio Scheler, y la cual trataremos a continuación.
En un primer momento, Max Scheler distinguió las esencias de lo que es tangible, real o existente, lo que llevó a la afirmación de la independencia de los valores (eternos e invariables) respecto de los bienes, que serían sólo sus portadores circunstanciales. De este modo, Scheler cambia el enfoque formal del filósofo alemán Immanuel Kant por un estudio de los valores en cuanto contenidos específicos de la ética, los que se presentan de un modo directo e inmediato a la persona.
Los valores, según Scheler, se presentan objetivamente como estructurados según dos rasgos fundamentales y exclusivos:
  1. La polaridad, todo los valores se organizan como siendo positivos o negativos. A diferencia de las cosas que sólo son positivas.
  2. La jerarquía, cada valor hace presente en su percepción que es igual, inferior o superior a otros valores. Esta jerarquía da lugar a una escala de valores que Scheler ordena de menor a mayor en cuatro grupos: 
    1. Los valores del agrado: dulce - amargo.
    2. Las valores vitales: sano - enfermo.
    3. Los valores espirituales, estos se dividen en:
      1. Estéticos: bello - feo.
      2. Jurídicos: justo - injusto.
      3. Intelectuales: verdadero - falso.
    4. Los valores religiosos: santo - profano.

Los valores morales no son una categoría de valores porque no poseen portadores, son valores puros. Su realización es más bien indirecta. Se verifica en la realización de los otros valores según su polaridad y jerarquía objetiva.
Para resumir, podemos afirmar que la ética axiológica defiende la división entre los valores propiamente dichos y el resto de bienes, sustancias o cosas; de forma que pueden existir los valores sin que existan los seres humanos. Es ante esto, donde encontramos su gran problema, pues si no existen las personas que ponen en práctica los valores ¿cómo podemos decir que son valores?